jueves, 30 de diciembre de 2010

domingo, 21 de noviembre de 2010

La memoria de los feriados

El uso del término proyecto como sustantivo propio y sinónimo del gobierno nacional puede generar un poco rechazo incluso entre personas simpatizantes con el kirchnerismo. Pero es también una de las palabras que mejor condensan en su significado lo que está sucediendo y se está llevando a cabo desde el Estado argentino.

El kirchnerismo puede generar todo, menos indiferencia. Y es por eso que en cualquier lugar que nos situemos del abanico de la opinión pública- desde el militante más enamorado de la causa, hasta el opositor más acérrimo- existe un consenso acerca de que el gobierno nacional actúa, ejecuta y administra con un planeamiento a largo plazo. Cuando se discute sobre los fines, medios e intenciones, la unanimidad ya se pierde y comienzan a dividirse las aguas.

El kirchnerismo desde su llegada al gobierno y la política nacional, comenzó a implementar políticas de Estado que progresivamente van incrementando su incidencia y repercusión en el mediano plazo. El último proyecto que se había pensado e implementado en la Argentina,  tuvo como padre fundador a José Alfredo Martínez de Hoz en la última dictadura militar, y a Cavallo como un cine en continuado durante la década del ´90, hasta coronar el gobierno de De la Rúa. Aquella última vez, no se trataba de encarnar el Estado y administrar sus múltiples incidencias sobre la ciudadanía, sino de reducirlo y desregularlo, borrando cada vez más su presencia positiva en la sociedad. Sinónimo de ineficiencia y burocracia mal entendida, se instalaba la idea cada vez más presente de que el Estado era un lastre denso con el que inevitablemente teníamos que lidiar.  

El proyecto actual, en cambio, muestra en sus políticas y medidas cómo el Estado busca intervenir y estar presente en la vida de la ciudadanía y su cotidianeidad. Y el calendario de feriados es una buena expresión de esto.

Al margen de los beneficios económicos generados por el turismo interno que se produce en esos días, la consagración de un acontecimiento como día feriado implica toda una intervención sobre la cultura y la sociedad. Puede pensarse a los feriados como la memoria de los países, el relato que cada uno construye sobre sí mismo. El nombre con que el desde el Estado se conmemora la fecha del último golpe militar, es símbolo de esto: Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

En la incorporación del nuevo feriado que celebra la batalla de Vuelta de Obligado puede verse como el Estado interviene de al menos dos formas sobre la sociedad, desde la historia que se elige recordar, hasta la economía que se busca incentivar.

miércoles, 27 de octubre de 2010

sábado, 23 de octubre de 2010

Variedades

Mucho cuesta entenderlo, y más deja para pensar lo que pasó el miércoles, la condensación y corporización de un clima que muchos vienen deseando hace rato. El enfrentamiento semántico parece haber comenzado a regir como la determinación en última instancia (en los términos de la teoría marxiana) de la realidad política. Y la política es, y al mismo tiempo, condiciona, gran parte de nuestra vida y devenir cotidiano.



jueves, 14 de octubre de 2010

Las intenciones del lenguaje

Siguiendo un poco la pista de John Austin y su teoría acerca los actos de habla, durante estos últimos meses en la comunicación política y la narrativa de la historia se ha impuesto cada vez más la dimensión ilocutiva de los actos discursivos. En su desarrollo teórico, Austin establece que el lenguaje conformado por los actos de comunicación lingüística, no sólo designa acciones, sino que muchas veces realiza a éstas mismas por el sólo hecho de mencionarlas.

Tanto desde el Gobierno Nacional como en la gran mayoría de los medios de comunicación, y de una fracción importante de la oposición, los discursos comienzan a ser invadidos cada vez más por las referencias a un clima de persecución y enfrentamientos. La clarificación de los reales actores que intervenían en las relaciones e intercambios de poder que comenzó a cristalizarse a partir de mediados del 2008, provocó un reverdecer del vínculo de la sociedad con la política, y sus representantes.

 La gestión del gobierno kirchnerista viene realizando medidas que desajustaron la “equilibrada y correcta distribución de lugares” dentro del arco político, y en este proceso también se vieron desordenados los medios de comunicación. A partir del conflicto del campo, que puede actuar como mito originario de este nuevo vínculo y actividad de la ciudadanía, y otras acciones que operan como símbolos de este gobierno, como la política de los Derechos Humanos, hay una mayor actividad política.

Se habla más de política, se escucha más de política, se hace más política. Al individualismo posmoderno pregonado durante la década menemista, que promovió el alejamiento y descreimiento en la clase politica y en la actividad como tal -retroalimentado por el vaciamiento económico y la corrupción del gobierno de Carlos Saúl-, siguió luego el desencantamiento de esa solución tan “equilibradamente progre y socialdemócrata”  de la Alianza; y terminó estallando en otro símbolo como es diciembre del 2001.En este pasaje del Que se vayan todos a la mayor actividad y participación de estos días, el tránsito no fue unidireccional, y puede accionarse en posturas mas cercanas al gobierno, como para criticarlo y distanciarse de él.

Aunque en un principio me resulte absurdo, a varios de los que hoy encarnan cuerpos de poder como Clarín y la derecha al estilo Macri, no les gusta ni les conviene a sus intereses que la gente participe y se involucre. La actividad, el diálogo, la discusión política implica pensar y cuestionar, y a aquellos actores no les interesa que suceda nada de ello. Mejor que la sociedad caceloree cada dos, tres años por alguna causa ciudadana, elija a La Víctima de la Inseguridad al Año, y el resto del tiempo vuelva a sus comportamientos individuales.

Y una buena y rendidora fórmula para que los ciudadanos sean cada vez más individuos, es apelar al miedo. Los continuos vaticinios apocalípticos de la frustrada pitonisa Carrió, la terminología antinómica y la lectura maniquea de la Clarín, entre otros, parecieran querer crear y reflotar un clima de temor y paranoia. Declaraciones que parecen disparatadas como la pronunciada por Horacio Rodriguez Larreta cuando dijo que detrás de las tomas de los secundarios estaban los sectores del chavismo argentino, tiene también la intención de instalar el nombre de un personaje y forma política cuanto menos controvertida. El chavismo por un lado, la difusión y publicidad de libros como Operación Primicia: El ataque que provocó el golpe de 1976 (¡¡¿¿???!!), tienen como finalidad instalar la perspectiva de que se viven épocas de inestabilidad e imprevisibilidad que no se sabe en que podrá desenlazar.

Ante ello, en vez de entrar en un juego fácil y agonista, hay que ser cuidado y responsable con el discurso. El tono discursivo del gobierno y  el de gran parte de sus voceros no se caracterizan por la mesura retórica, y es necesario entender que con la reacción como única estrategia discursiva, le hace el juego a la derecha. Los actos (de habla) tienen consecuencias.

martes, 5 de octubre de 2010

Cuando la forma es el contenido

¿Qué pasa con la toma, cómo sigue el conflicto en Sociales?

Después de más de un mes de reclamos mediatizados y modelizados a través de la toma, la forma se está convirtiendo en el contenido. La medida de lucha que se tomó  en la Facultad de Ciencias Sociales los primeros días de septiembre, acompañando y sumándose al movimiento educativo que estaban generando los estudiantes de los colegios secundarios, lleva como uno de los reclamos principales la construcción definitiva del edificio único.

El conflicto ya lleva más de un mes de desarrollo, y cada cátedra optó por su propia modalidad de cursada, muchas vinculándose a través de las clases públicas y los espacios que se dan en las sedes, otras acompañando directamente a los estudiantes, y algunas también desantendìéndose totalmente hasta nuevo aviso. Más allá de las actitudes que hayan adoptado cada una de ellas, en estás condiciones el cuatrimestre es de entender que está perdido. Perdido a nivel burocrático administrativo, pero perdido también en la formación sobre los contenidos, en el conocimiento quizá un poco más formal, en lo académico.

La defensa y reivindicación de los derechos estudiantiles y ciudadanos, también  es parte de nuestra formación, no sólo en calidad de cientistas sociales, sino fundamentalmente como personas. Es deseable que así suceda, y también razonable que a nadie le guste perder el cuatrimestre o año de la cursada. Esto también va en perjuicio de la educación pública. La mayor responsabilidad por el deterioro de este derecho es de quienes ejercen puestos en representación del Estado; pero el sostenimiento ininterrumpido de una medida que no está provocando un cambio en la postura de las autoridades de la Facultad y va a generar, muy probablemente, el levantamiento del cuatrimestre, también empobrece el derecho a la educación.

Más allá del argumento de que si estás cursando y se te cae un panel de vidrio no podés estudiar, con el devenir del conflicto, la toma parecía ser más de las sedes que de las facultades. La medida no puede continuar para terminar convirtiéndose en el justificativo de ella misma, y el reclamo subyacente por la calidad educativa está perdiendo cada vez más protagonismo.

martes, 21 de septiembre de 2010

Hoy más que nunca, el día del estudiante

Puede que este no sea un pensamiento demasiado original (y sinceramente, espero así sea), pero la cobertura y el tratamiento que los medios vienen realizando sobre el reclamo y comportamiento de los estudiantes es realmente repugnante. Durante las primeras semanas del conflicto educativo, la inmensa mayoría de los medios de comunicación optaron por invisibilizar el reclamo, cumpliendo con la triste proposición de que si no aparece en la tele, no existe.

Cuando el tema ya no podía ser más ignorado, se empezaron a hacer cortes de calle y Cristina se pronunció a favor de las tomas, Clarín, Nación, TN, etc, etc, tuvieron su forma de abordaje perfecto. Al margen de la responsabilidad del Gobierno Nacional que todavía tiene un largo camino por recorrer para subsanar la deuda que existe con la educación pública, los grupos de multimedios salieron a horrorizarse por el apoyo a una medida que promueve el desacato y la irresponsabilidad, y vulnera todo ese conjunto de libertades civiles que les encanta enumerar a ellos y a otros especímenes como Pinedo, Bullrich, y compañía.

En vez de interrogarse e informar sobre el pésimo estado edilicio, la sub-ejecución del presupuesto y el recorte de viandas (sólo por mencionar los temas más urgentes), los medios se relamen cuestionando que duermen en los colegios, que encuentran alcohol y preservativos, y que otra vez la ciudad se convierte en un caos. Al mismo tiempo, todos los años en el Día de la Primavera están esperando que el número de borrachos y peleas en los bosques de Palermo aumente minuto a minuto, para así regodearse nuevamente de la anomia en la que se encuentra la juventud.

Se horrorizan cuando los jóvenes y adolescentes salen, pero también se escandalizan cuando reclaman por su derecho a estudiar y formarse como personas y ciudadanos ¿Lo paradójico de esto?, no es una contradicción.

Pink Floyd - Another Brick in the Wall